SU HISTORIA

"Tenía aquella casa no sé qué suave encanto..."

(Fragmento del tango Marioneta, de Tagini y Guillandut)







Victoria Morán nace un 17 de noviembre de 1977 y, aunque hubiese deseado nacer en Villa España, su barrio de toda la vida, lo hace en Barracas porque allí estaba el Sanatorio de la Obra Social de su padre. Sin embargo, esta circunstancia no presagia un destino arrabalero por el mero de hecho de haber nacido en un barrio netamente tanguero.
Amén de su lugar de nacimiento, Victoria sabe que ha nacido a la vida en Villa España, Partido de Berazategui, y es lo que cuenta. En la casa que levantaron codo a codo sus padres, Silvia y Alberto, frente a las vías de la Estación del viejo Ferrocarril Roca. Rodeada de verde y sol, con un fondo lleno de aromas y sabores que siempre, en la suma del tiempo, serán añoranzas de su infancia: dalias, madreselvas, tomates, cerezas, higos, granadas y hasta bergamotas. Una parra, un patio, un gallinero, un perímetro de tacuaras y claro, su calle de tierra, hoy reducida a un número -el 30- pero aún sin asfaltar.
Y no era el tango en el principio, sino la guitarra criolla de su padre despertando zambas y chacareras en alegres peñas que se improvisaban en su casa hasta salido el sol. Allí tomaría sus primeras lecciones de canto, improvisación, armonía y afinación: sus padres armonizando un dúo, un cantor sumándose a la primera voz y otro y otro.
Sacándole punta al oído, Victoria siempre supo que cantar era, antes que un mandato ó un destino, una alegría para su alma. Con el tiempo entendió que también era un don heredado del cielo y que podía abrazar mejor sus penas haciéndolas cantar un rato.
Por eso Victoria canta, no importa qué, ni dónde. Canta a toda hora y en cada reunión familiar, siempre a la par de su padre quien es su primer maestro y uno de los primeros en insistir con que “la nena cante”, entre babas y augurios. Tanto él como su madre y su hermana Belén, llegada al mundo once años después de Victoria, han sido siempre su público más fiel: acompañando, criticando, celebrando y aconsejando. Y no podrá negarse que madre y hermana son sin duda sus asesoras de vestuario, cuando Victoria se deja emperifollar un poco.






No hay comentarios: